Ríe payaso, ríe… la función debe continuar

Todavía quedan ecos en la memoria de cuando comencé a tener simpatía por estos personajes, aún cuando en mi infancia –hace poco tiempo realmente- uno de ellos me hizo llorar.

Ríe payaso, ríe... la función debe continuar...

Ríe payaso, ríe... la función debe continuar...

 

La función había comenzado. El público se enteró de quién era el director del circo y después de eso se fueron sucediendo los números más o menos entretenidos. Pero llegó el turno de los que siempre, al menos para mí, se roban el show, los siempre esperados “payasos”.

Dentro del acto del que fui “víctima” y que al principio me referí, en un momento el payaso principal se iba a sentar a comer uno de esos pollos de hule. No contaba, sin embargo, con la presencia de otro personaje como él, más pequeño y que en la vida real bien había podido ser su hijo. Cuando el payaso grande se disponía a comer se daba cuenta que el famoso pollo había desaparecido y entonces, como parte del show (de lo cual me enteré hasta mucho tiempo después) empezaba a cuestionar y a “acusar” a personas del público… hasta que llegó mi turno y me dijo, con la voz amplificada por el micrófono “¿vos fuiste v’a???” y yo, pequeño como era, sintiéndome impotente para explicarle que había sido otro payaso el que se lo había quitado y sin armas para defenderme no tuve más remedio que el favorito de algunos niños… llorar a moco tendido, desconsolado de la falsa acusación de la que había sido objeto. Mi salida causó aún más hilaridad y gracia al número aunque yo hubiera querido que me tragara la tierra y no entendía porque todo el mundo se partía de la risa…

Confirmo que es admiración la que les tengo, pues cuando –ahora hace ya bastante tiempo- recibí clases de pintura, el primer cuadro “en serio” que pinté después de los propedéuticos fue precisamente un payaso.

La admiración que siempre les he sentido a estos personajes quedó todavía aún más reforzada en una época un poco más reciente después de apreciar y admirar la ópera de Ruggiero Leoncavallo: “Il Pagliaccio”.

Por cuestiones de espacio quiero detenerme únicamente en la parte que a los efectos de este escrito me interesa. Antes de seguir me permito recordar que el género de la ópera normalmente es uno en el que se tocan dramas de la vida de los hombres y que por ello normalmente la trama es, hasta cierto punto triste.

Para el caso del “Il Pagliaccio” la trama principal, la que me interesa, es que el director del Circo, que además es el payaso principal se da cuenta de la traición de la que le quieren hacer objeto su mujer y alguien más. En la parte de la obra que más famosa se ha hecho se escucha un aria en la que el payaso, con voz desgarrada de dolor repite “ríe payaso, ríe… el acto debe continuar”, aún cuando es el momento en que descubre toda la traición y por ello tiene el alma destrozada. Efectivamente el acto continúa a pesar del dolor que tiene en el alma. La obra sigue, yo me quedo acá. Es precisamente eso lo que más admiro de estos personajes, el sentido de responsabilidad. Detrás de las capas de pintura, de la nariz roja, de la peluca y el atuendo existe una persona con su historia, sus problemas, con sus desconsuelos, con sus luchas y sus sentimientos, todos los cuales deja de lado en el momento en que el telón se abre y las luces le enfocan. En ese momento para él sus problemas, sus desconsuelos, sus sentimientos no cuentan, cuentan únicamente las personas del público, ese público que  ha llegado para verlo y que quiere reír con sus ocurrencias. Ese payaso se sobrepone a la pena y se lanza al escenario olvidado de sí y pensando únicamente en la obligación que tiene: hacer reír. O viéndolo desde fuera, podríamos decir que en ese momento pone en acto su sentido de responsabilidad: cumple lo que tiene que cumplir y poco le ha de importar las ganas, los gustos y lo oportuno de aquel show.

No quiero decir con lo anterior que no nos deba importar la historia que hay detrás de ese personaje ficticio con pintura. Lo que quiero resaltar es que al protagonista de esa historia, que puede ser más o menos triste, poco le importa su misma historia. Lo que importa para él es que “el show debe continuar”, “la función debe seguir”, “The show must be go on” y ese mismo compromiso con su tarea, y esa misma responsabilidad es lo que más admiro: ridi pagliaccio, ridi… ríe payaso, ríe: la función debe continuar. ¿No les parece que bajo este y otros aspectos todos deberíamos ser un poco payasos?

Pasa lo mismo con la madre que a pesar de las dificultades sabe sonreír y es el sostén moral de la familia. Con el padre que se traga su dolor de cabeza o su gripe (aunque no porcina) y va al trabajo, porque hay que comer. Con el universitario al que no le apetece sentarse a estudiar, pero lo hace. Con el amigo que necesita consuelo y descanso y que a pesar de ello es el que consuela y da descanso. Con el joven que se inventa planes más económicos para pasarla bien sin necesidad de gastar porque la economía familiar aprieta. Con la señorita que es creativa y deja de lado las frivolidades y se atiene a un presupuesto de compras exigente para ayudar con lo ahorrado en los gastos de la casa. Incluso con el niño bien educado que no está friega que te friega con que quiere el último videojuego, porque papá y mamá le han explicado que tenemos que gastar lo menos posible.

Sí, definitivamente todos, en mayor o menor medida podemos y debemos hacerla de payaso: cumplir el deber, dejando de lado nuestro gusto, el capricho de hacer lo que nos da la gana, pensar en los demás, en cómo hacerles más llevadera la carga, en cómo hacerles sonreír y que la pasen bien, aunque por dentro llevemos también nosotros un drama, una carga fuerte un desconsuelo… the show must be go on… la función debe continuar.

 

 

jotacepeve

Hágamos un poco de payasos cada día... que los demás se la pasen bien

Hágamos un poco de payasos cada día... que los demás se la pasen bien

18 comentarios en “Ríe payaso, ríe… la función debe continuar

  1. Jefferson Valencia dijo:

    ojala y tus ideas mi estimado Jean, se contagiaran por las mentes de tantos jovenes como la fiebre porcina lo hace en estos ultimos dias.

    Seguro y tendriamos un mundo mejor

    • Jeff: gracias por tus comentarios… Aunque cueste mucho tragarse el propio yo, la peor lucha es la que no se hace… Intentemoslo, para que por lo menos haya dos «caraturrada» menos… aunque de vez en cuando se nos salga el indio que llevamos dentro… Un saludo

  2. Michael: que sorpresa!!! Gracias por tu comentario. Es verdad: el remedio infalible de muchos males es la risa… aunque a veces esta llegue a duras penas a una sonrisa… Ejercitarse en esto cuesta… pero vale la pena ¿no te parece?

  3. Meco dijo:

    Jean:

    Gracias por compartir una nueva edición de tu blog. En buenahora…ahorita que estamos en un tiempo economico bastante dificil es momento para ser como payasos y hacer que el show continue.

    Espero que sigas compatiendome tus ediciones ya que las disfruto mucho.

    Un abrazo,

    Meco

  4. Aelo Ciloves dijo:

    La verdad, no necesitamos una sonrrisa «Colgate» para imprecionar y agradecer….. Es más, las sonrrisas debemos agradecerlas… 🙂

    • jotacepeve dijo:

      Aelo: gracias por tu comentario… espero de veras que intentemos hacerla de payasos… para que en la vida haya más caras contentas… basta con las penas que tenemos como para que nosotros aumentemos esas penas a los demás… ¿te parece? Si te gustó compartilo, los comentarios constructivos son siempre bien recibidos…

  5. Yo una vez cuando niño vi a un payaso en una funcion que tenía pintada una sonrisa, pero vi de cerca que tenía expresión de cansancio; aún me acuerdo que cuando me vio sonrió. ahh que debe costar eso.

    • Jean Carlos Portillo Viscarra dijo:

      Estimado lector: gracias por su comentario… Pues sí, la verdad es que una sonrisa, cuando uno tiene problemas, está cansado o preocupado, cuesta muchísimo más que cualquier esfuerzo o sacrificio físico… pero ¡¡¡es tanto lo que se gana con una sonrisa!!! No le parece que debemos ponerlo en práctica nosotros? Provemos a ver qué tal nos va…

  6. rosario dijo:

    no sabia que tenias ese don de llevarnos un mensaje tan positivo y alentador para todos en las circunstancias especificas que a cada uno nos toca vivir. como tu bien dices de «show must be go on» y ademas de nuestros espectadores que estan alrededor nuestro y se benificiaran de esta alegria que sabremos transmitir sabiendo que el que nos llena de esa alegria es el mejor espectador del show de nuestra vida que podemos tener : nuestro Padre Dios

    gracias jean, te felicito sigue adelante

    • Jean Carlos Portillo Viscarra dijo:

      Doña Rosario: muchísimas gracias por el comentario. Ojalá y sean frecuentes sus visitas a estas locuras mías que algo pueden servir para hacer pensar y darle vuelta a las cosas. Les encomiendo con toda el alma a usted y su familia. Un cordial saludo y espero sus comentarios.
      Muchísimas gracias nuevamente y le tomo su palabra de ánimo para seguir embarcado en esta aventura literaria.

      jotacepeuve

    • Jean Carlos Portillo Viscarra dijo:

      Hola: muchas gracias por el comentario. Me halaga mucho, espero que me haga el honor de frecuentar este Blog con la periodicidad que guste y sepa que sus comentarios, los que sean, siempre serán bienvenidos.

  7. edgar horace sancor dijo:

    Que buena reflexion! Una buena analogia con mi vida, yo al a verdad tengo sordera, las protesis solo han de ayudarme un 35% de mi escucha, por lo que no oigo mucho, y muchas veces me dicen una cosa y yo entendiendo otra, quedando en ridiculo trato de sonreir y con la palabra tragame tierra en mi corazon, aun frito Dios me ayuda a «arreglar» la situacion…y de verdad creo que él es quien soluciona mis problemas…
    Bien, me atesoro esta reflexion y saludos desde Mexico…!

    • Edgar: me ha alegrado aún más el día y me ha dado un motivo más para seguir actualizando el Blog que justamente estaba pensando dejar. Siempre lo he dicho: con una sola persona que ayude lo que escribo es muchísimo más que suficiente para poder seguir adelante con esto. Le agradezco muchísimo el comentario, de veras. Siempre es importante el buen humor, no tomarse tan en serio a sí mismo y sonreír 🙂 y sobre todo, tener a Dios cerquita, que es quien no podrá sacar adelante siempre. Usted, con ese problema de sordera que comenta, podrá escucharle mejor, porque Dios, para hablar necesita silencio, así que tendrá «privilegio» con El 😉 Saludos desde El Salvador y de veras, nuevamente, muchas gracias por el nuevo ánimo que me ha dado para seguir escribiendo las ocurrencias que aparezcan.

  8. mirelia aurora sanchez leal dijo:

    Me alegra mucho q hay personas como tú,q se preocupan por los demás y ocupan su tiempo p dar mensajes d aliento.gracias y q DIos t siga be diciendo como hasta ahora.

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